sábado, 25 de julio de 2015

Casa ocupa


Estaba trabajando en San Antonio, la primera pega profesional que tenia. Era un típico practicante, ganaba una miseria, que con suerte me alcanzaba para pagar los pasajes y gastos básicos. Era entretenido de todas formas, los maestros, antiguamente choros de puerto, me contaban historias que parecían salidas de un libro de Pedro Lemebel.  Por ejemplo, que una vez un profesional de terreno no les había querido pagar el suple (anticipo, quincena) y ellos piolamente lo encerraron en un container, juntaron madera alrededor y le prendieron fuego, decían entre risas. Yo sintiendo que mi entrepierna se comenzaba a mojar. Por suerte siempre he tenido buena relación con los maestros y yo solo sufrí una amenaza con arma blanca, una cosa poca, nada que un poco de labia y unas piernas rápidas no pudieran solucionar.
Mi rutina consistía en pasar la semana allá en San Antonio y volver a Santiago los viernes tipo 5 de la tarde. Y llegaba directo a realizar las llamadas correspondientes para organizar el carrete, que por ese entonces tenía punto fijo. Casa ocupa, era una casona de campo abandonada que a un amigo de nuestro grupo de carrete, habían dejado encargada, puesto que el dueño se había ido a viajar por Europa unos 2 meses, pero que finalmente se quedo a vivir por esas tierras. No tenia muebles, el baño apenas funcionaba, tenia luz y un patio que en realidad eran un par de hectáreas y hasta un canal pasaba por el terreno. Nos reuníamos viernes y sábado a tomar, tirar la taya, y reír hasta que amanecía.
Mi mejor amigo, Fabián, siempre se dejaba caer ahí conmigo. Los otros que siempre estaban ahí eran: Las hermanitas Alarcon, la Feña y la Javiera, simpáticas y bonitas las dos, pero para nada de estas que se quiebran y se creen el hoyo del queque. La Javi pololeaba con Osvaldo, mi segundo mejor amigo, pero que por lo general no iba a los carretes por su trabajo (barman), y si llegaba, llegaba tipo 5 cuando todos ya éramos historia. Estaban los dueños de casa, los hermanos coño Larga historia): El Toño y el Nacho (quien tenis el cuidado de la casa ocupa). El resto eran personajes random, que a veces iban y a veces no.
Por lo general eran carretes piola en el sentido de que nadie se ponía weon, nunca vi ni una sola pelea en esos carretes, excepto la que, por metido, provoque yo mismo.
Era un día sábado, 3 de la mañana más o menos, y todos escuchábamos a Bob Marley y cantábamos enérgicamente al ritmo del reggae. Estábamos en una volada completamente profunda y centrada en el amor a todos, pero en la buena onda, no me refiero a que fuera una orgia, sino que todo era hermandad. Pero el amor se les fue de las manos a algunos. Estaba hablando con la Feña y vamos pasando por fuera de la cocina y vemos a Fab  con la Javi demostrándose todo el cariño del mundo, con corrida de manos incluida. Fab me vio y me estira la mano haciéndome un ademán para que siguiera mi camino y no me metiera en weas que no son mi problema.
- Feña ¿Viste lo mismo que yo?
- ¿Que estaban tirando el Fab con la Javi? Si los vi, ¿Qué tiene?
- ¿Cómo que qué tiene? La Javi esta pololeando con el Osvaldo po, se lo está cagando a vista y paciencia de todos, se va a enterar y va a quedar la caga.
- Nadie más los ha visto creo yo, así que si no decí nada, no va a quedar ninguna caga. ¿Además nunca te han dicho que no te metas en problemas de pareja?
- Puta pero se están cagando entre mis mejores amigos po, ¿Cómo me voy a quedar callado?
- Mira el que esté libre de pecado que tire la primera piedra y ya me diste lata weon, mejor vamos a bailar un rato
Seguimos carreteando y  se nos paso la noche, en esa ocasión había mucha gente en el carrete así que pase por alto el incidente., incluso llego Osvaldo tipo 6 de la madrugada. Al día siguiente nos  juntamos con Fab.
- Oie weon, así que anoche te comiste a la May, ¿Y qué tal?
- Nada po weon, ¿Que te voy a decir?
- Puta que te comiste a la mina de uno de tus mejores amigos po weon
- Pero weon si terminaron, o eso supe la semana pasada
- Mira maricon de a peso, dos cosas, uno, no te podi comer a la mina de un amigo, aunque hayan terminado, esa wea no se hace. Dos, tu sabi como son, terminan vuelven, terminan… Te apuesto lo que quieras que están juntos y tú te cagaste al weon de tu amigo.
- Vo y tus reglas para todo weon. Además cuando te hay comido a una mina y antes del primer beso le deci: ¿Oie y tu, estas pololeando? Ni el weon mas idiota hace eso, si la mina se te tira es porque quiere tirar, es problema de ella si está comprometida o no.
- Eri muy amariconao weon. Recuérdame nunca presentarte una de mis minas weon
- Pero contigo es diferente po weon, somos hermanos, viejo.
- …
Pase varios días pensando en el tema y si seguir o no el consejo de la Feña de no meterme donde no correspondía. Al pasar el tiempo me di cuenta que si fuera mi situación, que mi polola me cagara y un amigo supiera, me gustaría que me dijeran.
Así que un día, algunas semanas después, estaba con Osvaldo tomándonos unas chelas y le dije:
- Oie viejo, tengo que contarte algo y es mas incomodo que la cresta, pero creo que te mereces saberlo.
- ¿Pa’ que poni esa cara de seriedad weon? Nunca te había visto tan serio. ¿Qué pasa weon?
- Puta weon, no sé como decírtelo suavemente, así que voy a decirlo no más. La Javi te cago con Fab
- ¿Qué wea? Pero si la Javi es fiel po weon, ella me ha dicho que nunca me ha cagado y que jamás lo haría, vo soy weon. ¿Queri que termine con ella pa engrupírtela weon? Eri un conchadetumadre weon
- A ver, a ver weon, ¿Qué mierda te pasa? Te estoy contando una wea seria y me sali con ese chiste de que te quiero quitar a la mina según tu. Andate a la mierda weon, en serio, te podi ir bien a la mierda culiao’
- Puta si yo le creo a la Javi y ella no sería capaz de hacer una wea así. Ya a ver, cuéntame, como fue la wea.
- Mira weon, ¿Te acordai esa vez que llegaste tipo 6 de la mañana y todos estábamos durmiendo y empezaste a hacer escándalo pa que carretearamos contigo un rato y nadie te pesco? Yo estaba acostado con la Maka, el toño, el nacho y 2 minas más que ni me acuerdo como se llamaban, ¿Dónde andaba la May?
- Se había ido
- Si po, se había ido, adivina con quien  ¿Viste a Fab por alguna parte?
- Puta pero eso no significa nada
- Ya weon, mira estábamos todos carreteando en vola de paz y amor, metale copete  y weed y la Feña y yo habíamos salido a fumarnos unos puchos y al entrar por la cocina los vimos atinando. Puta la Feña me dijo que no te dijera nada y por eso me demore en decirte, porque no sabía como ibai a reaccionar, pero viejo, te merecías saber la minita que tienes al lado.
- Tu estay weon. No entiendo pa que inventai esta wea, me haci sentir como las weas y no tengo idea pa que.
- ¿Cómo que pa que? Si la wea que te estoy diciendo es verdad.
- ¿Sabi qué? Andate a la chucha weon, no te quiero ver más.

Mi “amigo” se paro y se fue, y yo ahí, quede en modo de espera. Después de un rato me bajó la rabia, no entendía como una persona se puede cegar tanto. Un  par de días después, recibí una llamada de la Feña diciéndome que la Javi se había enterado de mi hociconeada y que yo tenía estrictamente prohibida la entrada a su casa. Los carretes en casa ocupa siguieron por una temporada, pero sin la presencia de la Javi y Osvaldo.
Así pasaron los meses y yo seguí mi vida normal, pega, soltería, carretes, etc. Por la Feña me entere que Osvaldo y Javiera siguieron pololeando y que claro, la Javi negó todo hasta la muerte y el otro weas le creyó a ella, hasta que una buena tarde, mientras estaba en mis típicos quehaceres sacando la vuelta en la pega, recibo una llamada de Osvaldo, diciéndome que la había cagado. ¿Han sentido ese gusto, esa satisfacción cuando te dicen que tienes razón (y lo mejor de todo es que sabes que realmente la tienes), que cometieron un tremendo error y buscan tu perdón? Goce esa sensación increíblemente. Sólo te pregunte “¿Por qué?”
- Puta es que termine con la Javi. Resulta que me cago con un compañero de la U, la pille chanchita y ahí empezó todo po, nos pusimos a discutir con escándalo y me acorde de la wea que tú me habías contado y se la saque en cara. Cáchate que es cara dura, me admitió toda la wea y fue exactamente lo mismo que recuerdo que me contaste tú. Ese maricon de Fab, me la hizo el weon…
- Continúa…
- Resulta que Fab no había sido el primero y antes de que la pillara hubieron varios más.
Eso pasa cuando no confías en tus amigos, pensé, pero no quise decírselo. Bastante debía  tener con todo lo que se había enterado ese día. Además ya tenía mi satisfacción sabiendo que había sido un saco de weas conmigo. Terminé de escuchar su historia.
- Oie viejo, en serio discúlpame, debí saber que no me dijiste eso pa’ quitarme a la mina ni pa’ hacerme daño. Puta, espero que todo siga igual que antes…
- Tranquilo compadre, no hay rencores, todo seguirá igual…
No lo volví a ver en 4 años y nunca volvimos a ser amigos.

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